¿Sabías que uno de cada cinco directivos es psicópata?

Nathan Brooks, psicólogo forense de la Bond University de Australia, realizó un estudio  entre 1000 directores generales de empresas estadounidenses. El resultado reveló que uno de cada cinco presentaba las características que definen a un psicópata.

Una posible explicación de este hecho es que las actividades que hay que hacer cuando se ocupa un alto cargo en una empresa grande encaje bien con el modo de ser de las personas con rasgos psicopáticos. En un mercado competitivo y en el que prima el interés propio, la escasa o nula capacidad de empatizar y la habilidad a la hora de manipular de los psicópatas puede ser una ventaja que ayude a acceder a buenos sueldos y a mantenerse en cargos importantes.

La documentación que recopilé para escribir mi novela, El Dios que nada traspasa, apuntaba a que hacía falta algo más que una predisposición genética para desencadenar un comportamiento asesino en un psicópata. No es algo implícito en los cromosomas, sino en el córtex orbital. Está demostrado que los individuos con baja actividad en el córtex orbital pueden ser tipos irresponsables o sociópatas.

La amígdala, implicada en respuestas emocionales, incluida las agresivas, sufre las consecuencias de que el córtex no funcione bien, por daño cerebral o por alteración genética. La consecuencia es que todos los comportamientos emocionales se ven alterados[1]. Si el córtex registra poca actividad, la amígdala no recibe nada.

Al grano, ¿el psicópata nace o se hace?

Sí y no. Todos los psicópatas presentan los rasgos que te he comentado, pero no todas las personas que tienen esos rasgos en el cerebro presentan comportamientos psicóticos.

¿Qué les diferencia?

Aquí es donde entran los factores externos marginación social, drogas, abusos, malos tratos, desempleo…Estas circunstancias crean en el individuo sentimientos depresivos, desvalorización, envidia y hacen que se comporte de manera rebelde, contra el sistema y contra sus propios mentores, se vuelven irascibles, desconfiados, agresivos.

Poco a poco estas emociones negativas empiezan a actuar como catalizadores del comportamiento psicótico. Mienten, engañan,originan incendios, toman drogas, beben alcohol, ejercen el vandalismo, son violentos con sus compañeros, son precoces en la sexualidad, se fugan del hogar y de la escuela.

Es decir que un niño criado en un ambiente negativo con el córtex dañado será más propenso a desarrollar comportamientos psicopáticos que otro niño criado en un ambiente más positivo con la misma lesión.

Es por eso que muchos apuntan a que un psicópata se va haciendo: primero es el niño raro, que tiene algún trastorno, luego es un sociópata y finalmente se le cataloga como psicópata.

En la novela, Alex Cross: «En la mente del asesino«, James Patterson nos habla de la traumática niñez de Sullivan, de las palizas y abusos que sufrió por parte de su padre cuando era un niño. Tom Ripley, el protagonista de «El Talento de Mr.Ripley«, de Patricia Highsmith también sufre abusos y humillaciones por parte de su tía Dottie, con la que tiene que vivir tras la muerte de sus padres.

Estas son algunas de las características de un psicópata, ¿sabrías reconocerlo?

  • Viven en el corto plazo. El mañana no les preocupa con tal de que sus necesidades primarias (hambre, sexo, vivienda, etc.) estén cubiertas.
  • Tienen una gran facilidad para mentir.Mienten sobre todo y tienden a razonar y justificar sus actos. Si hablan de medicina, parece que saben más que un médico, aunque el interlocutor sepa que no saben nada. Si van detrás de un político y le hacen una foto, ya dicen que son amigos. Parecen inteligentes, pero en realidad no son especialmente brillantes. Algunos sí, claro. Y cuando son inteligentes son más peligrosos.
  • Son esporádicos en los trabajos que desempeñan, tienden a mudarse constantemente de casa.
  • Se ganan la confianza de los demás con su falso encanto, han aprendido a hacerlo. Son personas que saben controlar a los demás pero parecen muy buenos. Tienen carisma y son líderes. Carisma sin conciencia.
  • No establecen vínculos afectivos a largo plazo, a no ser que encuentren a su complementaria, esa persona sumisa a la que podrán manejar y con la que entablarán una relación tormentosa, de dependencia. Son inestables emocionalmente.
  • Son conflictivos, los castigos y consecuencias no les importan en absoluto.
  • Suelen vivir a costa de los demás, tienden a la vida parasitaria. Te van a engañar y a chupar la esencia, pero te resultan atractivos, aún a costa de ese precio tan alto. Al final, cuando ya no les sirves, te dejan. Son como esponjas, absorben todo y se quedan con todo, pero, a diferencia de las esponjas, si las aprietas solo hay polvo.
  • Tienen una capacidad innata para la persuasión y seducción, han aprendido a imitar comportamientos. Les gusta relacionarse con personas sumisas y de carácter dependiente, para poder aprovecharse o abusar de ellas.
  • Carecen de empatía, son incapaces de ponerse en el lugar de otros.
  • No se arrepienten de sus actos, pues carecen de conciencia moral. No sienten miedo, culpa o vergüenza, viven bajo su propio esquema de valores.

En palabras de Robert Hare, los psicópatas no son solo los fríos asesinos de las películas. Están en todas partes, viven entre nosotros y tienen formas mucho más sutiles de hacer daño que las meramente físicas. Los peores, dice, llevan ropa de marca y ocupan suntuosos despachos, en la política y las finanzas. La sociedad no les ve, o no quiere verles, y consiente. No tenemos procedimiento alguno para curar porque no hay nada que curar. Es un comportamiento con anomalías neurológicas. Pero no hay pacientes que pidan ayuda, que sufran.

El problema lo tienen los demás. Ellos están perfectos, y se sienten perfectos. Nunca podrán sentir empatía, ponerse en el lugar de otra persona, tener sentimientos hacia alguien. Ni siquiera por los seres más próximos, padres, hermanos, pareja, hijos… Los psicópatas no tienen emociones, y no es posible enseñárselas.

En la novela, «La chica del tren», la autora Paula Hawking, nos presenta un psicópata de manual, perfectamente integrado en la sociedad y al que ninguna de sus esposas reconoce. Si te pica la curiosidad, lee este post .(enlace a otros post,)

Y tú, ¿sabrías reconocer a un psicópata? ¿has conocido a alguien que encaje con estos rasgos?

[1] James Fallon, neurocientífico y profesor de psiquiatría en la Universidad de California– Irvine, “Explorando la mente de un asesino”, TED.