Es un hecho que ya no hay psicópatas como los de antes, con clase. Y cuando digo «clase» me refiero a personajes tan bien construidos que como lector llegas a empatizar con ellos. No se trata de asesinos mono-motivos como ahora, por ejemplo un niño es maltratado de pequeño por las amigas de su hermana y le deja tales secuelas que de mayor les hace atrocidades a las niñas que se parecen a aquellas que se portaron mal con él. Hay otros a los que un odio visceral a las mujeres judías les mueve a matar a todas aquellas que se acuestan con su jefe y son judías. ¿No os parece simple? Claro que todo depende de con quien comparemos.

Aquí tienes en este post tres de los seis personajes con rasgos psicopáticos mejor construidos, bajo mi punto de vista, del thriller psicológico. Echa un vistazo y luego me cuentas.

No hay inocentes, solo distintos grados de responsabilidad, Lisbet Salander

psicópata tom ripley

 Tom Ripley, La Ripliada

Camaleónico protagonista de la Ripliada de Patricia Highsmith. Inquietante y amoral. Lógico y pragmático. Traumatizado y reprimido.

Se adapta a lo que se espera de él, capaz de comportarse con cortesía maniática hasta que algo estalla en su interior y le hace buscar una salida rápida, a veces esta salida es el crimen. Compendia retazos de las vidas de otras personas y los utiliza para crear su ficción. Es muy astuto y sabe dirigir las conversaciones hacia asuntos generales que no le delaten ni evidencien su farsa. Asume las personalidades de sus víctimas, imita sus voces, sus gestos. Es metódico y cuida todos los detalles para no ser descubierto.

Tiene un talento innato para vivir la mentira como una verdad absoluta plagada de recuerdos reales. En su imaginación monta situaciones ficticias que graba en su mente a fuerza de repasar con todo lujo de detalles para después transmitirla con plena convicción y total verosimilitud.

La soledad es consecuencia de la precaución por evitar situaciones comprometedoras. Adopta la identidad de sus víctimas así recupera su autoestima y se siente superior. No es un don nadie, un payaso mariquita como le decía su cruel tía, con la que tuvo que ir a vivir de niño tras la muerte de sus padres, ahogados en el puerto de Boston.

Teme al agua, me temo que este recurso ha sentado precedente. En muchas novelas, el psicópata teme al agua. Y para muestra, un botón, una de las novelas que lleva varias semanas en el Top 10 de los más vendidos de Amazon, No cierres los ojos, de T.R. Ragan.

Otras características que motivan a Tom Ripley son la envidia y el rencor hacia las clases altas. Es un camaleón sin personalidad definida y se adapta a lo que se espera de él. No disfruta con sus crímenes.

Su personalidad está ausente de culpa, los crímenes son necesarios para alcanzar su fin. Su objetivo es vivir la vida de los ricos a cualquier precio.

Diagnóstico.

Una personalidad llena de desviaciones. Neurótico, psicópata y frío asesino.

El protagonista, es un personaje psicológicamente complejo, rico en todos los matices de su perversidad. Casi no concibe la culpa y eso lo convierte en blanco fácil para la interpretación psicoanalítica del lector, porque el mismo Ripley, sin ser consciente, se sienta con frecuencia en el diván freudiano para confesarnos las frustraciones personales y las carencias afectivas que han determinado su comportamiento.

psicópata misery

Annie Wilkes, Misery

Annie Wilkes, la enfermera que tiene prisionero a Paul Sheldon en Misery, parecerá una psicópata, pero hay que tener en cuenta que ella se ve como una persona cuerda y sensata; de hecho se considera una heroína, una mujer con muchos problemas que intenta sobrevivir en un mundo hostil. La vemos experimentar cambios de humor peligrosos. Una obra maestra por lo sencillo de su trasfondo: una simple casa y los personajes: solo dos personajes. En palabras del propio Stephen King:

Hice lo posible por evitar pronunciarme con frases como «Annie amaneció deprimida, y quizá hasta con impulsos suicidas!» o «Parecía que Annie tuviera mejor día de lo habitual.» Si tengo que decirlo, salgo perdiendo. Gano, en cambio, si puedo enseñar a una mujer callada y con el pelo sucio, devoradora compulsiva de galletas y caramelos, y lograr que el lector deduzca que Annie se halla en la fase de depresión de un ciclo maníaco-depresivo. Y si puedo comunicar la perspectiva del mundo de Annie, aunque sea brevemente (si puedo hacer entender su locura), quizá  consiga que el lector simpatice con ella, e incluso que se identifique. ¿Resultado? Que da más miedo que nunca, porque se aproxima más a la realidad.

Y es que Annie Wilkes está enferma psicológicamente a pesar de que ella se muestra amable y servicial, sintiéndose su «fan número 1». Es una asesina en serie.

Mientras se desempeñaba como jefa de enfermeras de la maternidad en un hospital de Colorado varios niños y ancianos a su cuidado murieron en circunstancias misteriosas. Fue juzgada por sus muertes, pero absuelta por falta de pruebas. Sin embargo, la prensa siempre la consideró culpable, es por eso que para ella el mundo es hostil.

Sheldon también se entera de que ella mató a varios pacientes en otros hospitales donde trabajó, pero nadie se dio cuenta porque estaban muy enfermos habían sufrido lesiones de muerte.

Ella también mató a sus vecinos de la infancia y a su padre Carl Wilkes, su compañera de la universidad y un hombre que una vez se acostó con ella. En total, casi 70 personas asesinadas por ella.

King caracteriza Annie Wilkes como una mujer corpulenta, alta, fuerte, astuta, brutal y peligrosa. Una mujer perturbada que oculta su psicosis tras una cara alegre. En la novela, con frecuencia se autolesiona a causa de sus fuertes depresiones.

Está tan obsesionada con las novelas románticas que tiene dificultades para diferenciar entre ficción y realidad.

Diagnóstico.

El diagnóstico de Annie Wilkes es un caso de bipolaridad y neurosis. La prueba más grande de esto son sus exagerados cambios de humor y alteraciones.

psicópata perdida

Amy Dune, Perdida.

En esta ocasión, la protagonista carece de una infancia traumática.

Es inteligente, oscura y perturbadora. Se trata de una joven de buena familia procedente de Nueva York, hija única de una célebre pareja de escritores que han conseguido su fama y fortuna gracias a una serie de libros infantiles «inspirados» en su hija («La asombrosa Amy») y que nunca ha tenido ninguna necesidad en su vida, excepto encontrar al hombre adecuado con quien compartirla.

Conoce a Nick Dunne, un hombre apuesto, perspicaz y divertido de Missouri. Desde el primer encuentro, ambos sienten una conexión especial…

Este argumento bien podría figurar en la contraportada de cualquier de novela romántica, sin embargo Amy se cansa de actuar como «la chica enrollada». Aquella por la que se hizo pasar para conseguir esa vida perfecta que entonces se le antojaba. Ya había pasado por otros papeles con otros hombres, con sus padres, con sus compañeras de colegio…

Empieza a escribir un diario falso, con más de trescientas entradas en las que describe el infierno que es su matrimonio con Nick, hasta que un día desaparece dejando un rastro de sangre en casa y todo apunta, incluido el diario, a que él es el culpable.

Su obsesión es destruir a Nick. Para ello Amy cuenta con mucho tiempo, no tiene nada que hacer en el pueblo de Nick.

Lee libros sobre asesinatos perfectos, se hace pasar por la perfecta amiga, la perfecta vecina…alentada por el odio hacia su marido, da rienda suelta a su perturbada mente. Puedes consultar este post para saber más sobre el trastorno de Amy Dune.

Diagnóstico.

TID (Trastorno de Identidad Disociativo) se trata de un fallo en el desarrollo normal de la personalidad que resultaría en la presencia de estados mentales relativamente separados que acabarían convirtiéndose en identidades alternativas.

¿Conocías alguno de estos tres personajes? ¿Añades alguno más a la lista? Espera al post de la próxima semana, la lista continua…